Este mes de marzo se conmemoro un nuevo Día Internacional de la Mujer, ocasión que invita a reflexionar sobre los avances y retrocesos que las mujeres han presentado en el mundo en diversos ámbitos, en especial en un contexto aún marcado por la pandemia del COVID-19.
Según datos del Instituto Nacional de Estadísticas disponibles en una serie de infografías, en el trimestre móvil abril-junio de 2020 (que fue el peor momento de la pandemia en cuanto a participación laboral de las mujeres) un total de 828.456 mujeres salió del mercado laboral, al comparar con igual período de 2019. La buena noticia es que, después de esa fecha (abril-junio 2020) comenzó una lenta recuperación y ya hacia el trimestre abril-junio de 2021 un total de 361.998 mujeres había reingresado al mercado laboral.
Sin embargo, de acuerdo con las últimas cifras de la Encuesta Nacional de Empleo (ENE) del INE correspondientes al trimestre móvil noviembre de 2021-enero de 2022, las mujeres siguen participando menos que los hombres en el mercado laboral: ese trimestre, las tasas de participación se situaron en 48,3% en las mujeres y en 69,6% en los hombres, es decir, existe una brecha de -21,3 puntos porcentuales (pp.) en desmedro de ellas. ¿Por qué hay tanta diferencia? Una de las razones que lo explica es que un número importante de mujeres (más de 1,4 millones versus 65.962 hombres) no buscó trabajo o no estuvo disponible para trabajar remuneradamente por responsabilidades familiares permanentes, como el cuidado de hijos o padres.
Esta brecha se repite en la población que declara pertenecer a algún pueblo originario. En ese segmento, la tasa de participación de las mujeres -para igual trimestre- fue de 46,5% y la de los hombres llegó a 67,8% (brecha de -21,3 pp.).
Y si bien las mujeres extranjeras participaron 24,1 pp. más en el mercado laboral que las mujeres chilenas, su participación laboral también fue menor que la de los hombres extranjeros.
Entre las y los trabajadoras/es jóvenes estas brechas persisten, pero son bastante menores. En el mismo trimestre móvil analizado (noviembre de 2021-enero de 2022), la brecha de género en la participación laboral fue de -9,3 pp. en desmedro de las mujeres entre 15 y 29 años, mientras que entre las personas de 30 años o más la brecha de género llegó a -26,1 pp.
Feminización del trabajo
Al analizar los datos del trimestre móvil noviembre de 2021-enero de 2022 de la ENE es posible ver que tanto hombres como mujeres trabajaron principalmente en el sector comercio, independiente de su nacionalidad, pero al observar la segunda actividad en la que más se emplearon las mujeres, se confirma que un alto porcentaje de ellas se desempeñó en actividades históricamente feminizadas: el 13,4% de las extranjeras se dedicó a actividades de los hogares como empleadores (incluye el trabajo doméstico remunerado) y el 15,0% de las chilenas trabajó en la enseñanza.
En la agricultura
Las cifras muestran además que los hombres tuvieron mayor acceso a puestos de trabajo estables que las mujeres en el ámbito agrícola. Según los resultados preliminares de VIII Censo Nacional Agropecuario y Forestal, el 90,6% de los puestos de trabajo ocupados por mujeres en la agricultura fueron temporales; en cambio, en los hombres es el 49,2%. A su vez, por cada 100 puestos de trabajo permanentes ocupados por hombres, hubo solo 5 puestos ocupados por mujeres.
Ingresos
Las mujeres en Chile presentan una disímil situación respecto a los ingresos que reciben en comparación con los hombres. La última Encuesta Suplementaria de Ingresos, correspondiente a 2020, señaló por ejemplo que ese año las mujeres ganaron en promedio un 20,4% menos que los hombres, con un ingreso promedio mensual que alcanzó los $551.327 en las mujeres y $692.289 en los hombres.
Dicha encuesta reflejó, además, que en ese año 3 de cada 10 mujeres ocupadas recibieron ingresos menores o iguales a un salario mínimo y que un 47,1% de las mujeres no tuvo ingresos propios, en contraste con el 21,5% los hombres.
A su vez, 8 de cada 10 jefaturas de hogares monoparentales (hogares conformados por la jefatura de hogar sin pareja y sus hijos e hijas) son mujeres, las que recibieron ingresos del trabajo un 35,6% menores que los hombres en igual situación ($287.597 versus $446.248).
Por lo anteriormente señalado, es innegable, significativo y urgente priorizar los avances y concluir las tareas pendientes para la integración de la mujer al trabajo.
Fuente: INE y Transtecnia